7 nov 2008

Los putos, el arte y otros productos de imaginaciones perversas...



como decía mi estimado en este post, el imaginario popular asocia, sin otro sustento que alguna especie de superstición ancestral, ambas ideas como unidas por una afinidad que les es intrínseca.
por error, una vez yo mismo caí presa de dicha manifestación de pelotudez masiva y confundí mis impulsos de plasmar mis emociones, sensaciones, sensibilidades y sentimientos en (en aquél momento) una tela, con el deseo irrefrenable de manotear desesperadamente una brocha, pinceleta y/0 espatulín.
por supuesto, contuve ambos deseos y hoy aquí, en el taller de tornería mientras me tomo el resto de tinto del after-taller de los viernes, me pregunto qué habría sido de mí si me hubiera decidido a apretar el pomo (de los óleos, claro).

No hay comentarios.: