11 feb 2009

Mirá, mamá! sin cerebro!

Yo le dije. Seguí pelotudeando con la patineta, seguí... ya te vas a estrolar en el asfalto!
Y tal cual. no te puedo graficar el palo que se dió justo en el medio del escroto. Bueno, si... pegale con un palo de amasar a un kiwi maduro. ahí te vas a poder dar una idea de cómo se vió (o de cómo imaginé que se vió). Igual, el tema del dolor, pero dolor - dolor que sintió, éso si es indescriptible. Lo que te puedo decir es que el tipo no se movió durante 20 minutos. Después, tuvo convulsiones y chilló un poco. Tenía las manos semicerradas, agarrotadas y se le veían todos los dientes, en un rictus entre impresionante y patético. Los ojitos se movieron hacia donde quedó la patineta, luego hacia mi. Cuando nuestras miradas se tocaron, leyó claramente mi expresión:

-¿ Viste, pedazo de boludo? ¡te lo dije!

10 feb 2009

Melinda Culea



Resulta que no soy bueno con las caras y los nombres. Entonces algunas situaciones me mortifican bastante. El otro dia, apenas levantado, me encontre con uno de mis hijos frente a la puerta del baño. Algo adormilados ambos, nos quedamos mirando unos segundos, y entonces él me estiro los bracitos para que lo alzara, cosa que hice ipso facto. Mientras estrechaba mi cuello me dijo: "Te amo, papá!". A lo que no tuve otro remedio que contestar: "Yo también te amo mucho... ehhh... hijo mio". Y no es que sea distraido o carezca de sentimientos. Solo tengo problemas con las caras y los nombres.