23 sept 2005

LOS OTROS


    Las peliculas de terror y las de ciencia ficción (tal vez en menor medida y más acotadamente en algunos de sus subgéneros) se caracterizan por cierto afán de encontrar en el otro, el que es distinto, un enemigo, una amenaza a la integridad. Esto no debería ser nada extraordinario ya que, sin ir más lejos, los presidentes norteamericanos suelen ajustarse a estas características sin necesidad de ser producto de la imaginación de nadie.
      Hay corrientes feministas que acusan a la pornografía de esta incapacidad al utilizar a la mujer como un objeto (de placer personal en este caso) pero este es tema de otra editorial.
      Hay también quienes acusan a las peliculas de terror de reaccionarias porque presentan la irrupción de un orden dado solo como una amenaza que pretende destruirlo aportando solo caos y destrucción. Aunque yo siempre me pregunté si apuntar la existencia de otra realidad, aunque sea una negativa, no abre la perspectiva de una posibilidad de cambio. Ya que al haber una realidad alternativa negativa significaría la posibilidad de una realidad alternativa positiva, y solo hace falta un paso para encaminarse hacia ella.
      Pero ya se trate de invasores extraterrestres del planeta rojo o de sicópatas exterminadores el caso es que los otros están allí para jodernos la vida. Y cuando hablamos de los otros sabemos de quién estamos hablando. Y no se trata de fantasmas, los otros son los que tienen otras formas de vida, otra ideología, otra religión, otra sexualidad e incluso (o sobre todo) otro poder adquisitivo.
      Y en esta incapacidad de ver en el otro a un igual a pesar de las diferencias podríamos fundamentar la injusticia y la barbarie de nuestro mundo actual.
      Pero no se equivoquen, eso es mentira. La incapacidad de ver al otro, al que es diferente, como un igual solo es una cara de la moneda. Porque a veces también carecemos de la capacidad de ver al otro como un enemigo allí cuando lo es. Y nos abrazamos a ellos cuando aparecen los musulmanes, los pobres armados de palos, los homosexuales, los negros, los venusinos, los vampiros o los zombis.
      El otro existe, a veces es un igual, a veces no lo es. Así que ojo y ojito... No vaya a ser que los buenos sean los otros.

10 sept 2005

Metiendo la Cola


Es difícil para uno que abrazó fervientemente la fe en el ateísmo reconocer que le divierten ciertas gazmoñerías supersticiosas propias de mentes con organizaciones neuronales menos compleja. El tema de hoy es "EL DIABLO EN EL CINE".
Por pudor, me gustaría obviar ciertas anécdotas recientes poco felices, en la forma de bodrios fílmicos como "Spawn", "Constantine" y esa con shuassenegger, "el día final" o algo por el estilo. Otras, serán obviadas por mérito propio, al ser taaaaan soberanamente olvidables. Las omisiones restantes se deben únicamente al avanzado grado de deterioro de mi cerebro, sobre todo en aquellas partes destinadas a almacenar los recuerdos menos vitales para la susbsistencia inmediata.

He aquí, entonces, MI lista definitiva de los mejores Diablos del cine:
1- Mr. DeNiro, en Angel Heart
2- Alpa Chino, en Devil's Advocate
3-Harvey Keitel, en Little Nicky
4-Jack Nicholson, en Witches of Eastwick
5-y bueno, a falta de otros...Elizabeth Hurley, en...Bedazzled (Perdón!!!)

3 sept 2005

TIROS, PIÑAS, COSA GOLDA.



Cuando supe de la pelicula no me hice muchas ilusiones, pero me puse a pensar en Miller sentado al tablero con los espartanos medios que componen el oficio del historietista: papel, lapiz, pinceles y tinta, el cerebro y las manos. El increible potencial de una idea y su alcance.
No me gusta particularmente Frank Miller y reconozco que lei "Una triste despedida" para saber de que iba la cosa. El de Frank Miller y su Sin City debe ser uno de los pocos casos en que un artista mantiene el control y el credito de su obra mas alla de la idea original. Leer su nombre al lado del logo al comienzo de la pelicula y al final en el "Directed by" hizo que se me estremeciera el orto significativamente. Lo que habia entre estas dos imagenes me resulta anecdotico (aunque me encanta hablar de eso).
La presencia de esos creditos fueron como un balsamo para mi corazoncito triste, despues de tanto Hellboy sin Mignola, Hellblazer sin Moore, y montones mas. Donde, si aparece el credito, se traiciona grosera e inexplicablemente la obra original, que es una forma de cagarse en el autor (Los 4 fantasticos!!! por favor!!).
Y ahora que el cine se puso a versionar descontroladamente todo lo que existe fuera de su ambito (Aeon Flux, V de vendetta, Doom -Ay Dios mio!!!- etc) lo de Sin city es destacable.

DOS COSAS
1. La peli me resulto algo estatica comparada (vaya paradoja) con la historieta.
2. Las mujeres con ropa como para actuar en "Rompeportones" me encanto, dada la sequia del cine actual.

Nunca falta el Boludo...

El otro día hice el comentario de que tenía muchas ganas de ver pelis chinas, que el(los) año(s) pasado(s) hubo varias y me las perdí en el cine... por caso, "Heroe" y "La Casa de las dagas voladoras".

Mi interlocutor, eminencia cinéfila de cafetín, hizo un mohín de desdén y deslizó: "mmsé... linda fotografía y poco más..."



Y bueno. Aún no vi esas, pero valga la aclaración: "El Tigre y el Dragón" me encantó. Y sí, por momentos no era cine. Era poesía.
Esto viene a cuento de la gente que dice, por ejemplo: "si quisiera leer cómic, no iría al cine" o "No sabía que tenías que ser filósofo para ver esa peli" y huevadas por el estilo.
Y, sin ánimo de polemizar, cuando hay piñas, tiros, sangre; me parece cuando menos, conceptualmente errónea la pausa teatral. ¿Para ahondar en qué sicología? Si llegás a las piñas, es porque no te detuviste a medir las consecuencias. Es animal. Lo contrario serían esos cómics, que entre cada acción, que efectuada en fracciones de segundo en la "vida real", se mandan un chamuyo eterno. Siempre me resultó indigesto.
Hablando de ahondar en la "sicología" del personaje: en casi todo dibujito animado japonés (ya sé que ahora se dice manga, hentai, ova; pero eso se lo dejo a los freaks otaku, que en el barrio les decíamos pajeros), dos personajes distanciados a pocos pasos entre sí, y en el espacio de tiempo que les lleva pegarse una ñapi, cada uno dice/piensa un discurso donde expone no sólo sus motivos, sino también las condiciones en las que se encuentra su hermano exiliado (por ejemplo) y de paso, hace un pronóstico extendido del tiempo para 3 países. La trayectoria de su golpe se despliega durante kilómetros y kilómetros. Y ya me aburrí.
Pensar es para después, afuera del biógrafo. Violar las reglas espacio-temporales es salirse del plano del relato visual, a no ser que eso sea el relato mismo, como en Memento, por ejemplo, y demás engendros metasemánticos. Así que si querés pensar, cazá un libro. Si querés flashear con los dibujitos y composiciones de pájina, pegá, por ejemplo, Anteojito, de ahí para arriba. Y si no querías perder tu tiempo, no leas este blog. Buenas tardes.

2 sept 2005

SIN CITY-- o de como se puede hacer una peli sin saber nada de cine

    Está bien no? yo me aturdí en un momento...
    Esta película me demuestra que Robert Rodriguez no sabe dirigir. Hasta ahora venía safando porque solo se movía con tópicos de género (western, policiales, comedias) pero ahora que tenía que poner la carne en el asador la cagó. si uno va a hacer un comic en cine... bueno, primero tenés que saber algo: el comic y el cine son dos medios de comunicación diferentes, con distintas reglas. En un comic las viñetas tienen distintos tamaños según la organización espacial que el autor dispone. en el cine todas las tomas están contenidas por la misma medida, o sea, se ven igual de grandes unas y otras. así que para jerarquizar una imágen disponés de un elemento que el comic no tiene: es decir: el tiempo que dura una toma. O en todo caso, cuan lejos o cerca te vas a poner de la acción que estás contando. En Sin City todas las tomas duran el tiempo que los diálogos le dejan. Todas, desde la primera a la última. Y si no hay diálogos, hay tiros, golpes, explosiones, lo que sea menos silencio. No hay un momento en que te puedas parar a reflexionar sobre lo que pasa. Inclusive, una de las pocas cosas que no adaptaron tal cual el comic es la ventana que Marv rompe para escapar de la granja: en el comic rompe la puerta. Pero en el comic Miller se toma tres páginas para contarlo. En la película se toman tres segundos. Hay un ritmo temporal magistralmente narrado por Miller que desaparece en la peli. Y no es casual. Se podría haber tomado solo una de las historias y adaptado correspondientemente a la pantalla, con los momentos de silencios que la acción trepidante exige. Esto lo saben hasta los que hacen películas porno. Entre escena de sexo y sexo siempre hay escenas donde los personajes hablan o caminan, y después ñaca ñaca, pero ñaca ñaca dos horas y media cansa un poco.
    Por lo demás la película es ALUCINANTE.