Casi siempre, en los tabloides nos enteramos de noticias, hechos curiosos, sean éstos reales o mendaces; datos incomprobables que no modificarán en nada nuestra existencia, pero pueden servir para ofrecernos una mirada alternativa, vigorizante (casi siempre bizarra) de la realidad.
En éste caso, vi en un videotabloide (valga el neologismo), el caso de una familia de anfibios del sur de Oceanía, que emite un sonido característico, único en el mundo. Podríamos decir, que merced a la configuración de su tracto gutural y la disposición de pequeñas membranas en el interior de su cavidad bucal, dicho sonido se articula en un fonema trisílabo singularmente claro: TI-NÉ-LI
Por supuesto, por aquéllas latitudes ese fonema, tan claro, no se remite a nada conocido. Es más, no se parece a nuestro equivalente a "croar" (nombre de la voz de nuestras ranas). Curiosamente, hay en aquella región un exitoso (aunque insufrible) conductor de televisión y magnate de los medios, surgido durante la gestión de un cuestionado presidente neoliberal, mediante maniobras no del todo legales, llamado "Crok".
Es improbable que tanto los ascendientes italianos de nuestro "Marce" y los ancestros aborígenes de Mr. Crok tuvieran conocimiento de los mencionados batracios, en sendos biomas naturales, en sus respectivas antípodas. No dejan de ser curiosos en extremo los designios de la madre naturaleza, que casi como un enfant terrible y caprichoso no deja de sorprendernos con estas notas al margen sobre una sociedad que posiblemente la sobreviva.
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