31 oct 2008

no creo en los psicológicos, voy a creer en los fenómenos parapsicológicos...



preparaba un sushi casero en el vientre amarillento de mi concubina. la media luz ocultó a medias una media sombra. un sonido sordo se dejó oir tras los muros. y me distraje. el olor a salsa de soja, avinagrada, se impuso al perfume natural de la piel de sus pies, casi sucios.
el dolor en la base de de mi nuca. la incunfundible sensación de un terrible golpe, dado con el canto de una zipera externa de 100MB. el dolor azul, como lo llamaban en los suburbios de jasonville, illinois...
desperté totalmente desnudo, dentro de un contenedor cargado a tope de jeans wrangler montana, modelo '83. de alguna extraña manera, creí, por vez primera, que era libre. no era la primera vez que me equivocaba tanto.
al volver a despertar, no supe si aún seguía inconciente. deduje que sí, seguia inconciente y luego de largas horas, desperté, esta vez, arropado con el quimono de otro, en una cama que no conocía. la radio parloteó en un leguaje desconocido por mí. y una sirviente oriental me trajo una bandeja con mates amargos y cuatro criollitas con jalea de membrillo casera. en un vaso, las flores de malvón desprendían un perfume insoportable.
no conocía. no era conciente. todo cambió, pero todo es lo mismo. una semana de mierda y los pensamientos se agitan, como 2 cm., recorriendo mi estúpida sonrisa, de oreja a oreja...

3 comentarios:

Nichea dijo...

sos groxx, sabedlo

ich dijo...

muy bueno... se lee a nietzsche y al eterno retorno entre sus líneas, sr. lo felicito

ich dijo...

era broma, no se entiende un carajo, delirante