10 abr 2005

"Hemos creado un monstruo (más)!!"


oh, dios, qué han hecho con drácula!


Bueno, no es tan malo, después de todo. La maquinaria sigue moviéndose. Y el monstruo acabará (como todos) olvidado en el fondo del ropero, a su debido tiempo.

En el cine, cuando recurrentemente se hecha mano de determinados recursos (visuales, argumentales, digamos "formales"), podemos hablar del nacimiento de un género, o subgénero. Personalmente, pienso que uno lo usa para decidir que prefiere las de "acción" (género), o los "dramas" (género), o los cuestionados "sci-fi" y "terror". Y me gusta más, para continuar en la rama taxonómica, la jerarquía inmediatamente superior que tiene solamente 2 categorías: "pedorra"(clase), "copada" (clase). Por encima, sólo nos depara la definición de nuestro objeto de análisis: "cine / no-cine", pero, paradojalmente, estamos agarrando por el dudoso rumbo de los tomates.

Pero retomemos el microanálisis. Y apunto ahora a la hibridación de géneros, tan en boga recientemente. Podemos decir que la(s) película(s) "The matrix" (las 3), incluidas (después de un meticuloso análisis) en la clase "pedorra", inaugura un sub-género, que tentativamente podemos calificar por las fórmulas (otro indicador de género) que propone: "ficción-acción-religioso-existencialista de bolsillo, virtual".

Blade, ya en su tercer entrega, deja de ser un pastiche para convertirse claramente en un (sub)género en sí misma, que lográ abrirse paso fuera de la franquicia de la Marvel. O qué otra lectura cabe hacer de la propuesta que ofrecen otras películas como "Underworld", "Van Helsing" o la serie de "Buffy"? Y qué decir de la proximidad de este subgénero de otras bostas (perdón) que explotan el mismo género (el vampirismo) hasta dejerlo exangüe, transformándose en metáforas de su propio mito: "La reina de los Condenados", esa "drácula 2001", y otras que no puedo (o no quiero) recordar. La ligan, de rebote y por otros puntos de contacto, "La liga (perdón) Extraordinaria", "Hellboy" y "Constantine". Estas últimas por el origen común en las páginas de cómics. Cabe la reflexión de si el hecho de haber nacido en un medio "menos noble", dá derecho a que el guión deba ser necesariamente "pedorro". Señores, no confundan adolescencia con pelotudez. Son parecidos, pero no es lo mismo.

Y asistimos pasmados la proliferación de subgéneros, cual virus de gripe (por lo estacionales). Nos (me) quedan dos preguntas: ¿Es necesario, señores dueños de la Poderosa Maquinaria Joligudense?, y ¿Es todo parte de un plan mayor de dominación, en clave "videodrome" y demás pesadillas paranoides? porque, señores, esto es demasiado sin sentido para una mente que intenta vislumbrar aunque sea un atisbo de racionalidad en semajante movida (particularmente, de guita).

Ardo en deseos de que alguien se moleste en programar el "ciberescritor-definitivo-de-guiones-copados®" (aunque sea la fase beta); claro que éste debiera ser compatible con el "Programa integrado de dirección-edición de películas de altas prestaciones®, regulable según presupuestos y géneros", así, esa manga de choros corporativizada prueba una dosis de su propia medicina.

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