Y a propósito de Broken City un detalle: absolutamente todas las acciones de Batman para conseguir información se reducen a golpear al supuesto informante. Es decir, la tortura como único medio para descubrir la verdad. Esto estaba bien para Roscharch, que era una reformulación del papel del superhéroe en la sociedad y de paso una crítica progre de los sistemas maniqueístas (bueno/malo) que habitualmente usan los comics de superhéroes. Pero desde 1986 a la fecha ha pasado mucha agua bajo el puente, aunque parece que ciertas personas todavía no se han dado cuenta.
Buenas noches.
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