13 jun 2005

Mira vos!

Tio, que ayer se ha muerto Saer! Y ayer, sin saberlo, y después de diez años de inventarme coartadas, quise leer algo y en la feria de usados de la avenida, me he comprao La pesquisa. Y hoy que me entero, me ha dao por pensar, que ayer lo he leido un poco por curiosidad, un poco por religarme a Santa Fe (por una extraña triangulación Buenos Aires-Paris-Colastine) y un poco por participar de su aura de renombrada pluma nacional, y esta noche me encuentro leyendo la obra de un fiambre, las fabulaciones banas de una sombra condenada a la elegía de sus complices y al carancheo de sus allegados. Y no me dan ganas de seguir leyendolo. Y me voy al baño, último refugio de mi individualidad, y agarro del librito y leo: "...El sol y la muerte, dicen, nadie puede mirarlos de frente, pero a la distorsión sin nombre que pulula en el reverso mismo de lo claro, agitándose confusa como en los planos sin fondo y cada vez más sombríos de un espejo apagado y móvil, todo el mundo prefiere ignorarla, dejándose mecer por la apariencia espesa y brillante de las cosas que, por carecer de una nomenclatura más sutil, seguimos llamando reales." Y pienso: "Que pavada!" Y sigo: "Ni mayor, ni menor que otras que hacen mas llevadera mis reencuentros conmigo en el sanitario." Por otro lado el librito encierra algunas delicias gore y maldades varias que me han sorprendido gratamente y que me encantaría compartir con Uds. Otro día.

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